jueves, 26 de abril de 2007

Mi libro Catamarca, Ensueño y Leyenda

He realizado una tarea de investigación de varios años, recorriendo toda la geografía provincial y buceando en numerosas fuentes todo lo que expreso en este libro que fuera generosamente editado por la Universidad Nacional de Catamarca, en diciembre de 2005.
La obra está dividida en cuatro partes que si bien son independientes entre sí, guardan íntima relación las unas con las otras.
En la Primera Parte, Catamarca Turística, donde indico todos los atractivos que la provincia ofrece, región por región, departamento por departamento y la manera de llegar a cada uno de ellos.
En la Segunda Parte, Catamarca Legendaria, transcribo leyendas, creencias, supersticiones, tradiciones que he recogido en mi andar por el territorio provincial, y también hechos paranormales y relatos de personas que han vivido estas situaciones diferentes y extrañas.
En la Tercera Parte, Catamarca Histórica, trazo básicamente la historia local desde la llegada de los conquistadores hasta aproximadamente el año 1700, pero además numerosos hechos, anécdotas y datos que, sobrepasando esa época y llegando hasta el presente, generalmente no se enseñan ni divulgan. La historia institucional, en cambio, es ya muy conocida.
En la Cuarta Parte, Catamarca Indígena, muestro la presencia aborigen desde los primeros poblamientos hace más de 10.000 años, en la zona de Casa de Piedra, Capayán, en las márgenes de las Salinas Grandes, hasta el presente, el desarrollo de las distintas culturas y la situación de los indios antes y durante la presencia de los españoles, como su situación y ubicación actuales.
En el cierre del libro ofrezco un Apéndice donde explico algunos datos con sus correspondencias actuales, tales como medidas, pesos, cargos públicos, etc. y un Glosario con una muy completa lista, con sus etimologías, de todos los topónimos y vocablos indígenas, como también palabras y modismos usuales en Catamarca empleados en la obra.
El libro tiene alrededor de 350 páginas que le permitien al lector conocer a fondo una provincia fascinante, encontrando en un solo volumen cuanto sea necesario para enterarse de todo lo que ofrece esta Catamarca de ensueño y leyenda.

Tapa normal de la 1º edición (y única hasta hoy)

La tapa del libro con foto en colores fue una atención especial del Editor y se imprimieron muy pocos ejemplares que fueron para mis hijos y algunos íntimos.

Agradezco a todos los que me ayudaron a hacer posible esta obra y en especial al Prof. Carlos Ibañez, Secretario de Extensión de la Universidad Nacional de Catamarca, por la confianza en mi labor y haberla editado. (Rodolfo Lobo Molas).

miércoles, 25 de abril de 2007

HOMENAJE A BLANCA NARVÁEZ ACUÑA



La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial Catamarca rindió homenaje a la poetiza Blanca Narváez Acuña en el primer aniversario de su fallecimiento, en la finca Las Casuarinas, del Departamento Fray Mamerto Esquiú, casa que habitaba y donde fuera asesinada con fines de robo por unos adolescentes.
Una muerte injusta –como si alguna no lo fuera- e indigna de quien había dado tanto y se había comprometido con la sociedad y su cultura.
Quiero en este blog recordar a quien fuera poeta, escritora, compositora, profesora de lengua y literatura, incursionando en el folclore y el periodismo, campos donde desarrolló una intensa actividad durante su larga vida.
Dijo Adriana Romero en el Diario La Unión de Catamarca (30-03-07) que “Blanquita era un profundo canto a la vida, al gozo de vivir, de darse a los demás con generosidad y sabiduría. El paso de los años no hicieron mella en su espíritu siempre joven. La chispa que destellaba su persona ponía alegría en la vida de quien se cruzaba en su camino. Su mirada tierna y transparente expresaba la blancura de su alma y sus gestos decían lo que su corazón abrigaba”.


Blanca Narváez Acuña en su finca Las Casuarinas (foto Diario El Ancasti)

Por otra parte la poetiza Hilda Angélica García, presidenta de la SADE dijo en ocasión de su sepelio “ella tiraba en palabras suspiros de colores y sentía un aleteo tierno de mariposas de imaginaciones, otras veces en sus poemas inventaba roces de sol, pedazos de aleluyas. A su lado, oyéndola cantar o recitando, la sentíamos como un pájaro azul en pleno goce de luz, suspendida en la frescura de todo su albo nombre. Vivió de darse en el misterio inaugural de la palabra. Su vida y su poesía volvían mágica la existencia porque hacían coro con los bautismos y los pájaros. En esos coros estaba Catamarca, su Virgen del Valle, su paisaje, su memoria.

El 7 de setiembre de 1990 me obsequio autografiado su libro Maravillas, (nombre de una planta Convolvus Tricolor, planta herbácea, anual de 30 a 50 cm de altura, ramificada, pulbescente, que florece en verano en muchos colores y se reproduce de semilla, muy común en Catamarca).
Uno de los poemas de ese libro fue musicalizado y fue presentado en un Festival de la OTI interpretado por el desaparecido grupo Nueva Romanza: “Déjame vivir un poco más…”, Su letra, casi como un presagio de su triste e inmerecido final transcribo a continuación como mi humilde homenaje a quien dedicó su vida a las letras catamarqueñas y de quien me honro en haber sido su amigo.


DEJAME VIVIR UN POCO MAS

Déjame vivir un poco más…
Que mis ojos sigan llenándose de luz,
Que las auroras tibias del verano
Engarcen sus colores
Y vuelquen sus pinceles
En el lienzo infinito de los cielos.
Que el canto del arado
Anuncie nuevos surcos de esperanza
Y el grito del labriego
Levante su cansancio
Para besar la simiente
Que la tierra feraz le está brindando.
Déjame vivir un poco mas…
Quiero escuchar las voces de los vientos
Que atraviesan las horas
Para encender el universo
Con ululantes sirenas
Que pregonan su extravío.
Que el ocaso me encuentre
Saturada de luz, aurora y viento
Y en su vuelo sin retorno
Me lleve, feliz, hacia su reino.

Blanca Narváez Acuña
Catamarca, Argentina.