martes, 12 de diciembre de 2006

DESDE LEJOS

por Rodolfo Lobo Molas


Cuando extrañes mi voz y no la sientas,
cuando busques mi luz y no la encuentres,
recuérdame alegre, mi sonrisa
está siempre buscando tu mirada.

Estarás en mis sienes cada día,
volaré por tu mente cada tarde,
y en el largo camino de la vida
viviremos por siempre enamorados.

En la pena más honda de las noches
en la frágil tristeza de los días
cuando quieras soñar entre mis brazos
yo estaré velando en tus pupilas.

No importa donde estés, yo, desde lejos,
tendré mi corazón junto a tu alma.
No sufras por mi amor, porque me tienes,
debajo de tu piel por donde vayas.

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